La estabilidad del tipo de cambio bajó los niveles de pánico entre los inversores
Tres semanas consecutivas de calma en el tipo de cambio ayudaron a que los activos argentinos pudieran acompañar con fuerza la mejora que mostraron los principales mercados del mundo en los últimos días. El índice Merval, que agrupa a las acciones líderes que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, lideró las subas de la región durante la última semana al registrar un alza del 7,1% medida en dólares y acumulando en lo que va del mes un incremento del 19,2%, señala La Nación. El contexto externo fue más benévolo para los emergentes. No hubo nuevos episodios en la guerra comercial que lanzó el presidente Donald Trump; Estados Unidos está revisando los nuevos aranceles impuestos a productos chinos y el gigante asiático moderó el ritmo de devaluación del yuan. Tampoco hubo cambios en la política monetaria del Banco Central Europeo por lo qué tanto el dólar como las tasas a nivel mundial se mantuvieron relativamente estables. La mayor atención estuvo puesta en la temporada de balances de Estados Unidos que en su mayoría viene mostrando sorpresas positivas pero donde sobresalió en las noticias el derrumbe de las acciones de Facebook y de Twitter luego de que ambas compañías pronosticaran un menor ritmo de crecimiento para sus negocios. La publicación de resultados seguirá siendo uno de los principales drivers de corto plazo; 145 de las 500 empresas que componen el índice S&P 500 informarán sus balances esta semana. Serán Apple, Pfizer y Procter -el martes 31- y Berkshire Hathaway -el viernes 3- los platos fuertes de la semana. A nivel indicadores lo más relevante pasará por el resultado de la balanza comercial de junio de los Estados Unidos -la primera que incluiría el efecto de la suba de aranceles- y por el Reporte de Empleo del mes de julio. También se reunirá la Reserva Federal pero no se anticipa ningún cambio en las tasas ni en el sesgo del comunicado de la entidad, señala el matutino. En el frente local, el dólar parece haberse estabilizado tras el arsenal de medidas adoptadas por la nueva conducción del Banco Central que combinó fuertes subas de tasas con reducción en la cantidad de pesos vía aumento de encajes y ventas de dólares. Asimismo ayudaron algunos datos un poco menos negativos a lo esperado, principalmente el de actividad económica de mayo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que mostró una contracción un poco menor a lo previsto por el mercado y el balance cambiario del Central que comenzó a dar indicios de una mejora en la cuenta corriente por el impacto de la devaluación. El precio del dólar mayorista que alcanzó su máximo a fines de junio al tocar $28,9 se mantiene por debajo de los $28 desde el 6 de julio cerrando el último viernes en $27,33. La menor volatilidad cambiaria ayudó a que las tasas de interés en pesos pudieran bajar también por tercera semana consecutiva. La tasa más corta de Lebac que alcanzó niveles estratosféricos a principios de julio -62% nominal anual- se ubicó el viernes en 44%. Claramente, son niveles de tasas insostenibles para el mediano plazo y el desafío para la entidad que preside Caputo es poder ir bajándolas gradualmente sin presionar al alza al tipo de cambio. La baja de las tasas cortas se trasladó en los últimos días a los instrumentos más largos en pesos que comienzan a ser nuevamente demandados por los inversores reflejando menores niveles de pánico a los observados poco menos de un mes atrás. Pero sin duda, lo más relevante de la última semana, fue la recuperación que comenzaron a mostrar tímidamente los bonos soberanos en dólares que parecían no poder encontrar un piso claro en sus cotizaciones. El viernes cerraron con subas que promediaron el 0,5% en la semana y los rendimientos de los títulos más largos más cerca del 9% que del 10% anual. Fue una buena noticia la colocación de Letes de esta semana ya que el Tesoro pudo renovar el 80% de los vencimientos, nivel que no registraba desde la segunda quincena de junio. Con las necesidades de financiamiento de 2018 prácticamente cerradas tanto para el déficit de pesos como de dólares, la principal incertidumbre pasa hoy por el financiamiento de 2019 que dependerá de cuándo la Argentina pueda volver a los mercados voluntarios de deuda, ya que los desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) no serán suficientes para cubrir los vencimientos del año próximo. Falta camino por recorrer para llegar a ese punto; hay que estabilizar el dólar con bases más permanentes, bajar las tasas de interés, desarmar las Lebac y asegurar el refinanciamiento interno de las Letes, cumplir con las metas del FMI para que lleguen los desembolsos del segundo semestre y comenzar a vislumbrar el escenario político para las presidenciales de octubre del año próximo, concluye el matutino.